La carta que dejó la mujer que mató a su hijo de 6 años y se suicidó: "Ya podés disfrutar de la vida"

El caso ocurrió en Florencio Varela. Afectada por una depresión, baleó al menor en la cabeza y luego se quitó la vida.
Una mujer mató a su hijo de 6 años con trastorno del espectro autista y se suicidó. El hecho ocurrió en Florencio Varela, Buenos Aires. Cuando los forenses revisaron su cuerpo encontraron dos papeles, del tamaño de un anotador. Tienen su firma y van dirigidos al padre de la víctima, pareja de la asesina.
La ama de casa, de 47 años, baleó al niño y se quitó la vida: un tiro le rozó el cráneo y luego se dio un disparo mortal en el tórax. “Ya podés disfrutar la vida”, es una de las frases que le escribió al padre de su hijo M.A.L.
El niño agonizó por varias horas. Su padre lo halló aún con vida el viernes pasado cuando llegó a su casa de Florencio Varela, pero cuando arribó la ambulancia ya no respiraba. La data de muerte de ella era de cuatro horas antes.
Los textos muestran recriminaciones de la mujer, un reflejo de la depresión que sufría y que era una patología que tenía múltiples antecedentes en su familia. M.A.L. ya había intentado suicidarse hace algunas décadas, según informó Infobae.
Además, desde la familia señalaron que la situación emocional de la mujer se había agravado por la dificultad de cuidar a su hijo, diagnosticado con un trastorno del espectro autista.
Los textos que dejó la mujer que mató a su hijo en Florencio Varela

Infobae
"Mundo de hipocresía. Ya podés volver con tu compu, tus instrumentos y tu vida, donde todos te idolatran creyendo que sos una gran persona. Ya no tendrás que esconder tu celu, ni borrar los mensajes. Me cansé que seamos invisibles, de callar para que no explotes, de no poder opinar nada porque vos querés otra cosa. Pero ya está, ya no hay nada más que decir... Antes de juzgarme, perdoname por haberte sacado de nuestras vidas y dejarte libre. “Ya podés disfrutar la vida” no tendrás que viajar más...“.
El otro texto, el que está escrito con fibra azul, dice: “Y ya no te molestaremos más. Ya nada que decir. Por amor te dejo libre... Y te perdono: no porque lo merezcas, sino para irme en paz conmigo misma”.
Cabe mencionar que las datas de muerte primero generaron confusión entre los investigadores, que en la escena del hecho hallaron dos armas: un revólver calibre .22, hallado sobre la cama, con dos vainas servidas y un proyectil intacto; y un revólver calibre .38 Colt, sin municiones, que estaba guardado en un ropero.
Acto seguido, el fiscal Darío Provisionato, titular de la Unidad Funcional de Instrucción Nº1 de Florencio Varela, había pedido rastrear los movimientos de la tarjeta SUBE del padre del niño asesinado. También tomarle declaración a su empleador de la localidad de Munro, para que confirmara si -tal como explicó- se había presentado a su puesto como tornero ese viernes de la tragedia.
Con la información confirmada y la mecánica del hecho resuelta por los peritos, las cartas fueron la clave para establecer que había sido la mujer quien había matado a su propio hijo: primero le disparó al niño y luego se suicidó, sin darse cuenta de que el chiquito aún tenía signos vitales.
losandes